viernes, 13 de julio de 2007

El poder de las estrellas

Desde épocas muy remotas los humanos han adorado a los planetas y las estrellas, de las que han recibido grandes poderes y beneficios. Si levantamos la vista una noche estrellada, en un paraje no contaminado, podremos observar como el espacio está compuesto de millones de astros (estrellas y planetas) que forman constelaciones, sistemas y galaxias.

Por más que he buscado hay una estrella que nunca encuentro entre tanta constelación, pero que tiene un poder superior a la de éstos astros: la estrella de 6 puntas.

Este "cuerpo celeste" tiene la particularidad de "aumentar" la capacidad mental e intelectual de aquellos que poseen este "amuleto"; multiplica exponencialmente la sabiduría y hace que su poseedor pase a ser, de un corriente homo sapiens, a un verdadero intelectual en cualquier materia que se precie.

Y eso lo digo porque hay cosas que se escapan al raciocinio humano y que uno no sabe como poder explicar, pues he visto que una persona ha pasado de ser un "neófito" en una materia en concreto a ser un auténtico experto en cuestión de horas y además, para rematar la faena, se atreve a impartir conferencias.

Y yo me pregunto: ¿cómo ha podido aprender tantas cosas sobre esta materia en cuestión de horas con lo complicado que parece?. La única solución que he encontrado ha sido que esta persona posee este particular "talisman", y no es la única persona que conozco con este "don", pues a lo largo de mi vida he encontrado otros cuya inteligencia y destreza mental estaba pareja con la cantidad de estas estrellas que poseían en su poder y he llegado a la conclusión que "cuántas más estrellas se posean, mejor preparado y más inteligente será su propietario".

El traje nuevo del Emperador

Cuenta la leyenda que, hace muchos, muchos, muchos años, vivía un Rey que se preocupaba enormemente por su vestuario; en eso que aparecieron dos "charlatanes" llamados Guido y Luigi Farabutto que le dijeron que eran capaces de crear la tela más fina y suave que jamás hubiese imaginado y que, además, esa tela era capaz de ser invisible a los ojos de aquellas personas estúpidas o incapaces.



Los pícaros hacían como que trabajaban con la ropa pero, por supuesto, la tela no existía y no se estaba confeccionando ningún traje.

Sintiéndose algo nervioso acerca de si él mismo sería capaz de ver la prenda o no, el emperador envió primero a dos de sus hombres de confianza a verlo. Evidentemente, ninguno de los dos admitieron que eran incapaces de ver la prenda y comenzaron a alabar a la misma. Toda la ciudad había oído hablar del fabuloso traje y estaba deseando comprobar cuán estúpido era su vecino.

Los estafadores hicieron como que le ayudaban a ponerse la inexistente prenda y el emperador salió con ella en un desfile sin admitir que era demasiado inepto o estúpido como para poder verla.

Toda la gente del pueblo alabó enfáticamente el traje temerosos de que sus vecinos se dieran cuenta de que no podían verlo, hasta que un niño dijo:

Pero si va desnudo

La gente empezó a cuchichear la frase hasta que toda la multitud gritó que el emperador iba desnudo. El emperador lo escuchó y supo que tenían razón, pero levantó la cabeza y terminó el desfile.

MORALEJA:

Este cuento es usado habitualmente cuando una amplia mayoría de observadores decide de común acuerdo compartir una ignorancia colectiva de un hecho obvio, aun cuando individualmente reconozcan lo absurdo de la situación. También sirve como ejemplo de la gente que "aconseja" o "justifica" los trabajos o decisiones que realizan sus jefes y que, a la vista de los demás, son "invisibles", "inútiles" o "entorpecen el trabajo de los demás" (decisiones erróneas).

Yo conozco a un "Guido Farabutto", charlatán como el que más y vendedor de ilusiones que, para justificar su trabajo pelotea a su jefe y le rie todas sus gracias, si bien no tiene capacidad para poder dirimir si el trabajo o las decisiones que el jeje toma a lo largo de su jornada son fructífereas o si son auténticas patrañas, pues su capacidad mental e intelectual no supera el valor "cero coma".

Cuidado con estos charlatanes (también conocidos como vividores), que lo único que hacen es corromper y pudrir todo lo que tocan.

domingo, 8 de julio de 2007

El Rémora

Según la definición del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, "rémora" es un Pez teleósteo marino ... (mirad la definición completa); bien, como todo el mundo sabe este "pescao" es conocido porque vive pegado a tiburones y otros animales marinos depredadores y come de los restos que éstos van dejando cada vez que se alimentan. Vamos, que no pegan ni palo a la hora de trabajar para comer.

La forma que tienen los "pececitos" es como la siguiente:

El caso es que conozco a una persona, al que a partir de ahora voy a denominar así (el rémora), que utiliza la misma táctica que este pez a la hora de "trabajar"; osea, se alimenta del trabajo de los demás para posteriormente hacer como que lo ha realizado él mismo.

A estas personas también se las llama "vividores" o "jetas" en otros ambientes, si bien tienen multitud de apelativos cariñosos que ahora no vamos a poner.

Este tipo de conductas acaban por minar la moral de los demás y hacen que al final tu rendimiento no sea para nada el que esperan de tí tus jefes, porque !para qué me voy a desgañitar currandome un trabajo si al final el rémora se lo va a apropiar y se va a llevar él los méritos!; !pues anda y que se joda y que se lo curre él!.

Esto tendría que estar prohibido por Ley.

El consejo para este individuo es: !!Aprende tu trabajo y deja de gorronear del de los demás!!

Qui delicate nutrit servum suum, inveniet contumacem

El que dijo esta frase o estaba fumado hasta las cejas o se había metido pal pecho mogollón de pastillas y alcohol.

Y hay que ser gilipollas si piensas que, cuanto peor te portes con la gente que tienes a tu servicio, mejor te van a responder. Porque en el fondo, la famosa frasecilla viene a decir eso, que si te portas bien con tus "sirvientes" éstos te faltarán al respeto, no te harán caso y pasarán de tí.

Por desgracia, hoy en día hay gran cantidad de personas que se encuentran en puestos directivos que aplican esta regla sin pensar en las consecuencias negativas que puedan producirse; y es que los "servum" no son aquellos que vivían en la antigua "Roma". Para bien de la humanidad, los tiempos han cambiado y las personas han evolucionado, aunque a veces pienso que hay alguna rama de la especie humana, a la que han modificado su estructura molecular genéticamente, que tienen menos conocimiento que un niño de dos años (directivos y gente de mal vivir).

Y yo conozco a varios que siguen esta directiva: joden todo lo que pueden a la gente a la que dirigen y piensan que así van a trabajar más y mejor. CAGATUM SUUM (o lo que es lo mismo: LA HAN CAGADO). Hoy en día hay que tratar a las personas como lo que son: personas. La época feudal pasó hace varios siglos y el "derecho de pernada" pasó a otro plano de la historia (gracias a Dios). Hay que evolucionar y adaptarse a los nuevos tiempos; si queréis que vuestro personal rinda al 100% hay que tratarlo como se merece, con respeto, atender a sus peticiones, mirar por su bienestar y escuchar sus comentarios y sugerencias.

Vosotros seguid así, con vuestra táctica, con vuestro espíritu de la "Unidad", con vuestras salidas nocturnas en busca de "carne" para saciar al descerebrado, que así, lo único que vais a conseguir es seguir cagándola cada día más.

Hay un dicho popular que os viene al pelo: A cada cerdo le llega su San Martín.

Y este día, tarde o temprano, llegará.